Una investigación sobre la capacidad del arte y los lenguajes simbólicos para conectarnos con nuestra esencia y reflexionar sobre nuestra identidad en la época actual, donde el ruido interno generado por la sociedad puede dificultar esta tarea.
Una sociedad desligada de lo metafísico y organizada en fragmentos han llevado a un vacío y perdida de orientación del ser. La parada y la escucha, tan necesarias para poder entender
lo que nos rodea, nos ofrecerían una visión más holística en la sociedad.
Este proyecto reflexiona sobre la importancia de crear vínculos entre lo físico y lo metafísico, entre el consciente y el subconsciente, para tener una sana conexión con nuestra identidad, semilla o alma. Esto nos permite vivir más alineados y en equilibrio con lo que deseamos. Para ello se investigará sobre los lenguajes simbólicos capaces de conectar estos dos planos.
Se proponen unas obras físicas cuya finalidad es el conocimiento o reflexión sobre la identidad del individuo. El arte, el símbolo y la astrología son herramientas para ayudarnos a conectar con esa parte del inconsciente y traerlo de esta forma a la consciencia, ampliando el conocimiento interno y su reflejo en el exterior.
Dos energías de la misma moneda. Cada una tira para su lado y en el extremo se encuentran. Desde la materia o desde la sensibilidad. ¿Cómo fluimos y a la vez organizamos y seleccio-
namos lo que aporta? Esta es la oposición a integrar. Visualizando las características del búho que observa en quietud y las hormigas que trabajan seleccionando los granos, podemos empezar a conectar con esa forma de expresión. En el contacto con el otro es donde brilla este don, En la comunicación de frente, donde el espejo del otro hace que se vea ese brillo que portamos. Hay una fuerza al otro lado que se observa. Un camino de fluidez, de conexión con el todo, de dejarnos ir, sentir y amar la nebulosidad que nos une como humanidad. El viaje es fluir, fluir en el agua, no cualquier agua, el agua que lo conecta, toda el agua del mar.